Tu postura influencia tu nivel de energía, tu humor, tu autoestima y la manera en que las personas actúan hacia ti.
Aquí hay 6 consejos para mejorarla.

1.  Siéntate derecho
Cuando somos niños, probablemente escuchamos a nuestros padres decirnos “¡Siéntate derecho!”
¿Todavía necesitamos este consejo?
La respuesta es “¡Sí!”

Cuando estás derecho permites el flujo de sangre hacia tu cerebro, manteniéndote más alerta, despierto. Si te das cuenta que estas encorvado, date un pequeño recordatorio de sentarte derecho, una y otra vez. Tu cuerpo empezara a escucharte y con el tiempo tu postura mejorara.

Consejo: Como recordatorio personal de sentarte derecho, ponte una pulsera en la muñeca o una cuerda en un dedo o píntate una uña de color diferente.

2. Estírate
Después de estar sentado trabajando por 20 minutos, estira tus brazos hacia arriba de tu cabeza, cruzando tus dedos. Respira profundo hacia adentro y afuera. ¡Estírate tan alto como puedas! Ahora, sin cambiar la posición de tu espalda, baja tus brazos y relaja tus hombros. Ahora puedes seguir trabajando o en tus clases.

Consejo: En clases, la maestra puede confundir tu estiramiento con que quieres participar. Una alternativa es estirar tus brazos detrás de tu espalda.

3. Usa una almohada
Cuando estés sentado en el sillón, o manejando tú carro puedes poner una pequeña y firme almohada en tu espalda baja. Esto previene tu espalda baja de hundirse y de esta manera permite la trasmisión de energía por la columna. Cuando tu espalda baja se curve hacia adentro tus hombros automáticamente se moverán hacia atrás y se relajaran.

4. ¡Deshazte de la silla!
Deshazte de tu hermosa, cara, suave e ideal silla ejecutiva de tu oficina! Ve al area común y agarra una de esas sillas. Esas son por mucho, más ergonómicas que tu silla fina.

Puntos extras! Debido a que ahora no vas a juguetear con los botones y palancas, y tampoco se puede dar la vuelta y rodar alrededor, te podrás concentrar más en tu trabajo.

5. Acuéstate
La postura incorrecta pone la tensión en los músculos de la espalda, los hombros y el cuello. Cuando te acuestas estos músculos tienen la oportunidad de reponerse.

Breve ejercicio: Acuéstate sobre tu espalda, con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo. Con las manos, levanta la cabeza una pulgada del suelo y mueve la barbilla hacia el pecho, estira la parte posterior de tu cuello. Suavemente pon tu cabeza en el suelo y coloca tus brazos al lado de tu cuerpo. Inhala y exhala 10 veces. ¡Inténtalo ahora!

¡Puntos extras! Dile a tus hijos que jueguen o lo que estén haciendo en sus teléfonos en esta posición. Van a mejorar su postura en gran medida (y conseguir brazos fuertes, al mismo tiempo;-)

6. Camina
Caminar implica usar casi todos los músculos que tienes en tu cuerpo. La postura incorrecta pone una carga estática en los músculos de la espalda, el cuello y los hombros, cortando la circulación de la sangre libre en el tejido muscular. Cuando caminas estos músculos tienen la oportunidad de liberar esta carga, recibir oxígeno y relajarse.

Ejercicio: Deja lo que tengas en tus manos por un momento y camina con las manos moviéndose libremente al lado del cuerpo. Mirar hacia adelante y verás la belleza a tu alrededor.

¡Aprecio enormemente tu retroalimentación!
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